NOS VEMOS DESDE LAS COSTAS
Durante el mes de Septiembre estuvo a disposición la Bienal Centroamericana, un evento que llegó este año a su décima edición. Le nombraron «La Décima», «La X Bienal», «Todas las vidas»; Es un proyecto que carece de contacto internacional y en cambio tiene infinitas carencias. Sin embargo este año, además del típico evento central que le tocaba a la ciudad de San José, Costa Rica, se hizo un puente hacia Puerto Limón, un lugar que resultó un buen hallazgo en esto de las investigaciones curatoriales.
La Décima creo, pone en juego una idea fundamental: Centroamérica es la suma de todas las vidas, las peninsulares y las insulares. Hay una frontera invisible desde la historia colonial, con piratas eternos, barcos hundidos, puertos, malecones; somos dos pedazos de la misma historia, diciéndonos las cosas viendo hacia el mar, desde las playas, desde las dos orillas. Las islas y el continente se conectan por la electricidad que transporta el agua salada. Ojalá y esto signifique la Décima: otra experiencia para contemplar las ironías de un trópico extrañamente dislocado. Ojalá y algo signifique la Décima.
ARTE TROPICAL Y BANANERO
Es cierto que el enfoque curatorial en la sede de Limón para la Bienal Centroamericana persigue el concepto de las repúblicas bananeras. Los proyectos seleccionados para la sede de Limón recogen la espuma del mar, y el poder detrás de las transnacionales bananeras. Nada más evidente que el mismo edificio elegido para la sede bienalera: La UFCo, un inmueble histórico que sobrevive en pleno centro de la ciudad de Limón y que perteneció a la imperialista United Fruit Company. De hecho, uno entra a esta sede de la Décima y encuentra referencias a bananas por todas partes, cuando no representaciones a veces demasiado literales e innecesarias de la fruta.
En ese contexto expusimos y quiero presentar este proyecto: Desde aquí – Von hier aus, una investigación desde el arte sobre un tema sensible de los enclaves bananeros en Latinoamérica. Aunque hay representaciones de bananas en esta pequeña exposición, hablamos sobre un veneno letal que marcó nuestras historias hace décadas: el Nemagón.
El Nemagón fue un pesticida exitoso para el control de las plagas que afectaban a la planta del banano, pero que llegó a prohibirse por su alto grado de toxicidad; descubrieron que ponía en riesgo la vida de las y los trabajadores que debían manipularlo. Este cuento pudo terminar con aquella prohibición, pero de hecho es ahí donde empieza: una empresa frutera compró y almacenó todos los barriles, para seguir usando el veneno en nuestros países, donde la corrupción ha permitido que las corporaciones se hagan del control de los gobiernos.
EL EDIFICIO DEL MAL
La Standard Fruit Company, principal acusada por el envenenamiento de las personas con Nemagón, creció de la mano del siglo XX, hasta convertirse en un monstruo capaz de quitar y poner mandatarios. Nuestro continente se volvió parte de su inventario. Creció tanto como para absorber incluso a la misma United Fruit Company, predecesora que ya era una aberración por sí misma. Es lógico pensar en estas cosas cuando te toca exponer arte en los mismos pasillos donde caminaban y respiraban estos personajes desprovistos de alma.
También pasa que en el trayecto hacia Limón uno se encuentra los contenedores que se acomodan por todos lados, luciendo la famosa etiqueta de Chiquita Brand o la pomposa marca de DOLE. Todos los tiempos (ahora sí que todas las vidas) están en un mismo vórtice; la United, la Standard y ahora DOLE son ese vector en el tiempo y solo podemos ir a instalar una exposición frente a esa realidad. Pues bien, yendo y viniendo del pasado al presente fue como emprendimos el proyecto Desde aquí – Von hier aus, porque todo experimento debe partir de las contradicciones que presenta la realidad.
DESDE AQUÍ – VON HIER AUS
Fue el acuerdo artístico al que llegó la artista Consuelo Mora de Colectivo Veinti3 (Nicaragua) con el Colectivo Rhizom (Austria). Esta era la pregunta: ¿Cómo hallar una temática vital y poner en común denominador a dos contextos tan separados como lo son Austria y Nicaragua? Aunque algunos artistas de Rhizom recordaban a la Nicaragua de la época revolucionaria (estuvieron físicamente cuando el pequeño país escribía un trozo de historia), esa conexión no era suficiente en la Nicaragua actual, un pequeño país que ya olvidó sus proezas.
Recuerdo que era el año 2010 y el mundo tenía por olvidado el tema del Nemagón, pero en Nicaragua la discusión continuaba. Por un lado estaban las luchas organizadas de las personas afectadas, tanto en Managua como en las propias comunidades bananeras del país. Por otro lado estaba el hecho de que la Standard Fruit Company cerró una página de aquel drama al cambiarse el nombre, pero seguía escribiendo en el cuaderno de las exportaciones de fruta hacia Europa y el mundo, bajo la nueva etiqueta de DOLE.
El proyecto Desde aquí – Von hier aus dio inicio desde dos perspectivas: la mirada de las víctimas del veneno Nemagón en Nicaragua y la mirada de las personas que consumen los productos de DOLE en Austria, consumidores que desconocen los detalles incómodos que envuelven a esas frutas jugosas.
El proyecto se dio en muchos niveles, con actividades en ambos países entre los años 2010 y 2014. Desde entonces hemos realizado varias exposiciones documentales que nos obligan cada vez a interpretar la gran cantidad de documentación existente. La Décima Bienal Centroamericana consiguió un escenario ideal para revisitar estas ideas. Desde aquí ocurre por la participación de muchas personas, artistas invitados/as de Austria y Nicaragua, colaboraciones varias en todas las comunidades donde ocurrieron las investigaciones y actividades. Lo más importante de aquellos días: la participación artística de las personas en esas comunidades, quienes hasta ese momento sólo veían el tema desde la militancia tradicional.
Para la exposición en la Bienal de este año no logramos reunirnos en Limón como fue el objetivo desde el principio, pero reunió a mucha gente otra vez. Nos hizo falta la gente de Colectivo Rhizom que no lograron cruzar el Atlántico. Tampoco fue posible invitar a la gente de Chinandega, que parece una aspiración lógica. Al menos Colectivo Veinti3 tuvo su breve encuentro y además la participación en la muestra de Lucy Argueta y Léster Rodríguez, desde Colombia. Finalmente debemos agradecer a la Cancillería Federal de Austria por el apoyo a esta actividad.
Féretro
Acción organizada por las personas de la comunidad El Viejo, Chinandega.
Ola
Consuelo Mora, solicitud a las y los participantes para hablar con personas ausentes frente a una grabadora de audio.
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